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Adherencia a la dieta mediterréna y su papel en la prevención del síndrome metabólico

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2016-02
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El síndrome metabólico (SM), también conocido como síndrome X, síndrome de Insulino Resistencia, o síndrome de Reaven, se define por la presencia en un individuo de un conjunto de factores tales como obesidad, hipertensión, intolerancia a la glucosa, dislipemias aterogénicas y estado protrombótico y proinflamatorio íntimamente relacionados entre sí, los cuales inducen un mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus de tipo 2, en un contexto de resistencia insulínica. La etiología exacta del SM no está clara, aunque se conoce que existe una compleja interacción entre factores genéticos, metabólicos y ambientales, destacando en estas últimas, una dieta desequilibrada, condicionante de muchos de los atributos del SM. Por otro lado, en los últimos años ha habido un aumento espectacular de la prevalencia del SM. Las enfermedades cardiovasculares son la causa más frecuente de muerte en el mundo en el siglo XXI, y según las previsiones, la situación no variará en las próximas décadas. Hace años la baja incidencia de morbimortalidad por enfermedad coronaria en los países mediterráneos despertó un gran interés. De hecho, el número de publicaciones en Pubmed sobre este tema ha aumentado de menos de 10 en 1985 a cerca de 300 en 2012. Asimismo, se ha constatado que los países occidentales continúan teniendo una tasa absoluta de morbimortalidad cardiovascular inaceptablemente alta. Además, estas enfermedades están adquiriendo las características de una epidemia encubierta en los países en vías de desarrollo. En cambio, la incidencia de la enfermedad coronaria es sorprendentemente baja en algunos países desarrollados de la cuenca mediterránea (Francia, España, Grecia, Italia y Portugal ), lo que conlleva que tengan una esperanza de vida mucho mayor que los países del Norte de Europa e incluso que los Estados Unidos. Estas diferencias se explican sobre todo por el patrón de alimentación propio de los países mediterráneos, que se conoce como Dieta Mediterránea. Los hábitos alimentarios tienen un papel crucial en el mantenimiento de la salud, tanto a nivel individual como poblacional. Actualmente la dieta mediterránea se considera el modelo de alimentación más saludable, varios estudios observacionales han mostrado que protege frente al síndrome metabólico. Una elevada adherencia a la dieta mediterránea tradicional se asocia tanto a una menor mortalidad global, como a una menor mortalidad por enfermedades asociadas al SM como las cardiopatías coronarias.
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